Objetos Perdidos - Abierto
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Era cerca del mediodía y el movimiento en el parque comenzaba a hacerse menos y menos pesado, todos se iban a comer o volvían a trabajar, y ese horario era perfecto para Karasu.
Siempre que podía, el Murkrow revisaba el parque a esa hora, el apuro de los demás Pókemons generaba grandes posibilidades de encontrar pertenencias perdidas que podían ser valiosas, o aún mejor, reflectivas y brillantes, de las bonitas que Karasu coleccionaba.
Saltó desde su árbol favorito, aterrizando con gracia y sin hacer mucho ruido, para luego tirarse de cara en los arbustos, revisando cada rincón y piedra con las que se cruzaba, llegando asi, en cerca de una hora, a juntar múltiples monedas, alguna que otra piedra brillante y... ¿Qué era eso? El Murkrow había visto algo relativamente grande sobre el pasto, y se acercó a este, su cara aún casi pegada al piso, tomandolo por un rincón con sus garras.
Había encontrado una billetera, y no tenía idea de qué hacer.
Si, podía ser que el Murkrow haya vendido anillos extraviados y cosas de ese estilo, pero era la primera vez que se cruzaba con una billetera, y lo primero que pensó era que tal vez debería buscar al dueño, ¿Pero como iba a hacerlo si en la misma no había documentos de ningún tipo?
Karasu se quedó parado en medio del parque, confundido, con una billetera ajena en sus manos.
Siempre que podía, el Murkrow revisaba el parque a esa hora, el apuro de los demás Pókemons generaba grandes posibilidades de encontrar pertenencias perdidas que podían ser valiosas, o aún mejor, reflectivas y brillantes, de las bonitas que Karasu coleccionaba.
Saltó desde su árbol favorito, aterrizando con gracia y sin hacer mucho ruido, para luego tirarse de cara en los arbustos, revisando cada rincón y piedra con las que se cruzaba, llegando asi, en cerca de una hora, a juntar múltiples monedas, alguna que otra piedra brillante y... ¿Qué era eso? El Murkrow había visto algo relativamente grande sobre el pasto, y se acercó a este, su cara aún casi pegada al piso, tomandolo por un rincón con sus garras.
Había encontrado una billetera, y no tenía idea de qué hacer.
Si, podía ser que el Murkrow haya vendido anillos extraviados y cosas de ese estilo, pero era la primera vez que se cruzaba con una billetera, y lo primero que pensó era que tal vez debería buscar al dueño, ¿Pero como iba a hacerlo si en la misma no había documentos de ningún tipo?
Karasu se quedó parado en medio del parque, confundido, con una billetera ajena en sus manos.
Karasu- Mensajes : 11
Fecha de inscripción : 16/08/2015
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